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La inmigración palestina en Chile

Por Ricardo Marzuca Butto

Producto de las crisis económicas, sociales y políticas que acompañaron la caída del Imperio Otomano y luego por el colonialismo europeo, cerca de seiscientos mil palestinos, sirios y libaneses se vieron forzados a dejar sus hogares para buscar nuevas oportunidades. Muchos migraron hacia América del Norte y otros tantos a América Latina. Pareciera ser que la promesa de una mejor vida en el continente americano hizo que fuese el destino más preciado.

Mapa antiguo, South America Railways Marine, Steam Ship Routes. Original, alrededor de 1907. Del libro My Grandfather Khalil, an immigrant journey.

Se calcula que entre 8.000 y 10.000 árabes llegaron de la zona del Levante a Chile entre 1885 y 1940, fechas que se consideran marcan el flujo más significativo de árabes al país. Inicialmente sirios, palestinos y libaneses, sin embargo, con el pasar de las décadas y dada la grave situación de Palestina bajo el Mandato Británico y más aún con la nakba y la colonización sionista, finalmente hubo una mayoría de presencia palestina, convirtiéndose finalmente en la mayor comunidad de palestinos fuera del mundo árabe. ¿Por qué a Chile? Podemos considerar varias razones. En países como Brasil y Argentina, la gran mayoría de inmigrantes fueron sirios y libaneses, en este último país llegaron más de cien mil, lo que habría llevado a muchos palestinos a cruzar la cordillera de Los Andes y buscar nuevos horizontes.

Debemos considerar que en toda América, los árabes no fueron bien recibidos, y el camino de aceptación e integración fue difícil. Los primeros palestinos que llegaban a América Latina, así como sirios y libaneses, lo hicieron con pasaporte turco, sufrían el rechazo de las sociedades de acogida y eran ubicados en el último escalafón de la clasificación social, mirados como razas inferiores y exóticas. La llamada “turcofobia” en América, fruto del orientalismo, determinó que en los nacientes Estados latinoamericanos lo europeo y la raza blanca fueran el ideal a alcanzar. Basta señalar como ejemplo el caso de Argentina, donde el Congreso de la Nación discutió el año 1910 una ley de expulsión de los inmigrantes de habla árabe. Seguramente, la discusión de esa ley movió a muchos palestinos que llegaban a Buenos Aires a cruzar la cordillera, los primeros heroicamente a lomo de mula, aunque finalmente también vivieron en Chile la discriminación y el rechazo.

El viaje a Chile para los primeros inmigrantes palestinos no fue fácil. El viaje en barco podía durar hasta tres meses, pasando antes por Génova en Italia o Marsella en Francia. Muchos de estos primeros inmigrantes eran literalmente niños y no sabían el idioma y la cultura del país que los recibiría. Muchos viajaron al puerto de Buenos Aires y de allí a Santiago de Chile cruzando la Cordillera de los Andes en mulas y burros. Foto cortesía de paginasarabes.com.

También debemos considerar, que dado el sentido de familia y de hamule, la inmigración fue en cadena, a medida que prosperaron económicamente trajeron al país a sus familiares para incorporarlos a sus actividades comerciales, lo que fue acrecentando su presencia. Finalmente, algunos testimonios de inmigrantes, dan cuenta que el clima en Chile fue atractivo para los recién llegados y muchos lo asociaron a las condiciones climáticas de Palestina, lo que hizo que se sintieran como en casa. Estos factores explican que se asentaran en Chile principalmente palestinos provenientes de Beit Jala, Beithlehem y Beit Sahur.

El rechazo de parte de las sociedades latinoamericanas, principalmente de las elites dominantes y europeizadas, determinó los mecanismos de defensa a los que apelaron los palestinos en América Latina. Entre ellos, debemos al menos destacar la formación de instituciones en diferentes ámbitos de la vida, y la creación de la prensa. Tempranamente se crearon en Chile muchas instituciones sociales, culturales, políticas, económicas, religiosas y deportivas reflejo de la existencia de la diversidad de identidades, locales, regionales y nacionales, cabe destacar La Corporación Cristiana Ortodoxa en 1917, dado que la gran mayoría eran cristianos ortodoxos, el Palestina Sport Club de Santiago en 1920, que con los años se convertiría en el Club Deportivo Palestino del futbol profesional, la Sociedad Juventud Palestina de Chile creada en 1924, organización que llamó a una Asamblea Patriótica de los palestinos de todo el país con el fin de organizarse y reclamar a las autoridades británicas la ciudadanía palestina, ya que desde un comienzo los palestinos en Chile estuvieron conectados y comprometidos con sus hermanos en Palestina. También se crearon diversos Centros que manifestaron principalmente la identidad palestina y árabe que aparecían complementarias, como la Sociedad Árabe de Curicó en 1916, El Centro Unión Palestina de Chillán en 1916, El Centro Árabe de Concepción en 1924, entre muchos otros a lo largo del país. Algunas instituciones se crearon en conjunto con los hermanos sirios, la Asociación comercial Sirio-Palestina en 1924 y el Club Sirio-Palestino en 1926. Uno de las instituciones más importantes fue el Club Palestino de Santiago fundado en 1938.  Cabe señalar que los palestinos en Chile, en comparación con las poblaciones llegadas de diversos países de Europa, alcanzaron la más amplia distribución espacial a lo largo del país, debido fundamentalmente a la actividad comercial que desarrollaron.

Vista de Santiago de Chile, 1930. Del libro My Grandfather Khalil, an immigrant journey.

Otro tema importante fue la creación de la prensa árabe en Chile, encabezada principalmente por palestinos. El primer periódico árabe fundado por el sacerdote ortodoxo Salomón Jury fue al Murshid (1912-1917), buscaba preservar la lengua, la cultura y los postulados religiosos ortodoxos. En los años veinte surgieron otros periódicos como Al Watan, fundado por Issa Khalil Dacaret, y El Sharq iniciativa de Salomón Ahués, mientras en los años treinta se fundaron en Chile dos periódicos, ambos creados por Jorge Sabaj Zurob, originario de Beit Jala, La Reforma (Al Islah) y Mundo Árabe, ambos se publicaron primero en árabe, luego en formato bilingüe, en árabe y español, y finalmente Mundo Árabe se siguió publicando solamente en español desde finales de los años cuarenta en adelante.

Inmigrantes transportados en un carro tirado por caballos-vagón, Buenos Aires, Argentina, 1900. Del libro My Grandfather Khalil, an immigrant journey.

Los medios de prensa jugaron un rol relevante para los palestinos en Chile. Fueron claves para construir un sentido de comunidad, para defenderse contra los ataques racistas y enfatizar que los palestinos eran honrados, emprendedores y trabajadores, en establecer relaciones con los gobiernos y medios de prensa nacionales, en informar sobre los logros y el éxito de individuos, familias e instituciones, en difundir permanentemente los sucesos que ocurrían en Palestina y en el mundo árabe, y en organizar a la comunidad para llevar a cabo acciones concretas en defensa de sus hermanos de Palestina. Resulta crucial destacar, que los medios de prensa estuvieron en comunicación e interacción con los periódicos árabes y palestinos, hicieron circular iniciativas, noticias e ideas, facilitando la actividad trasnacional entre las comunidades palestinas en América Latina y facilitando así la creación de una conciencia nacional palestina en la diáspora, la que pese al paso de las décadas se ha mantenido y proyectado hasta el día de hoy.


Ricardo Marzuca Butto es historiador y académico del Centro de Estudios Árabes Eugenio Chahuán de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Se ha especializado en historia árabe contemporánea  y en el desarrollo de la migración árabe a Latinoamérica.

  • Ricardo Marzuca Butto is a historian and academic at the Center of Arab Studies of the Faculty of Philosophy and Humanities, at the University of Chile. He specializes in classical Arab history, the Al-Andalus period, and the Arab migration processes to Latin America.

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